Alvaro Zantrich

¿Que se puede decir de Alvaro? Desde niño muy caprichoso, sus deseos siempre fueron ordenes para su padre, acostumbrándolo a abrir la boca y puf, por arte de magia su deseo era cumplido, así... ¿quien necesitaría padrinos mágicos? pues nadie.
Alvaro Zantrich es tan fácil de describir que hasta un niño de 10 años lo lograría.
Es un hombre narcisista y egocéntrico, su gran lema siempre ha sido "primero yo, segundo yo, tercero yo y si hay otra persona, de pronto y si quiero, podrás ser tu", es una persona orgullosa sin remedio y extremadamente borde con todos, no soporta que la gente se trate de halagarlo, sabe que luego de un halago llega la petición de un favor, por eso lo odia. Sabe cuando ser amable, solo para lograr algo. Es bastante enojon, cualquier tontería lo saca de las casillas en solo 2 segundos; tiene un humor negro y sarcástico, no toma en cuenta que a veces es ofensivo para los demás, lo que para él es un simple chiste. Está concentrado en lograr todo lo que quiere aunque le salga bastante caro e implique un gran esfuerzo,  su pasión por el mundo de la tecnología lo ha llevado a ser muy bueno en este campo y es su don que mas presume, es llamado "El Cuervo" por la ley y sus colegas, aunque el prefiere que lo llamen "El Cóndor", otro de sus grandes talentos es el trabajo con explosivos, es un experto en armarlos, desarmarlos, activarlos y desactivarlos.
Es arrogante, cree que nadie es mejor que él y que todos le deben respeto; es muy sincero, mas bien, es sincero al extremo, no se detiene a pensar como disfrazar sus palabras, solo suelta lo que piensa, se dice muy ocupado para andar pensando como decirle ofensas lindas a la gente.
Se caracteriza por ser persistente y molestoso, insiste en algo hasta que consigue que le digan las cosas justo como el quiere, palabra por palabra, no como los demás quieren; si, su voluntad va primero que la de la otra gente, no se mide a al hora de hablar, pero es muy cuidadoso de revelar ciertas cosas que podrían ayudar a que lo destruyan, todos lo toman por un insensible sin corazón, pero en el fondo... muy, pero muy hondo si lo tiene, es solo que ciertos sucesos en nuestras vidas nos hacen pretender ser fuertes, aunque por dentro seamos gelatina.

Segundo hijo de un matrimonio convencionalmente desconvencional, el padre abnegado... ese no era el mio, Joseph me quiso y eso lo tengo claro, pero digamos que nunca fue capaz de demostrarlo de otra forma que no fuera regalos, mi madre era de cartón, ni sentía, ni quería hacerlo, para ella Giann y yo nunca fuimos mas que los hijos del bastardo que la compró, nada mas que los frutos de  una violación, si, eso justamente le dijo a Giann, el día que este tuvo curiosidad por saber en que trabajaba nuestro padre, pero nunca me importó, Ella para mi era solo una persona mas en el mundo que no me producía ningún beneficio.
Mi niñez siempre fue compleja, digamos que era el amargado del salón, me molestaba que me abrazaran, me hablaran, me miraran... No era resentimiento social, solo que había esos niños del kinder que eran babosos, los de la primaria que no hacían mas que jugar con muñecos inservibles que no les harían inteligentes por arte de magia y los de la secundaria, esos eran un caso, todos hormonales que se manejaban por el miembro no pensante que tienen entre las piernas.
Está bien, sé que no soy el genio mas grande del mundo, pero debido a que desde muy pequeño debí volverme muy independiente, aprendí que no hay que pensar en lo que nos falta, sino aprovechar lo que tenemos. Tampoco era el mejor de mi escuela, resulta que tomaban en cuenta el puntaje de disciplina, yo no sabia eso, sino me hubiese ahorrado un par de peleas o insultos tanto a alumnos como a profesores.
En la universidad nada iba mejor, los primeros semestres tuve ciertas peleas, mi carácter era de los mil demonios, es que teniendo tantos problemas en casa era imposible que no fuera así, debí repetir 2 veces el mismo semestre porque mande a la mierda a mis profesores, ¿como no hacerlo? No soportaba estudiar en una universidad con niños ricos que solo pensaban en las fiestas y mas de una vez tuve la brillante idea de decirles un par de cosillas en clases, pero ahí estaban los profesores en medio evitando eso, se lo ganaron.

Apenas cursaba sexto semestre en la universidad cuando conocí a Saray, una hermosa mujer como nunca la había visto antes, sus ojos grises que todo el tiempo estaban tan alegres, se veían resaltados por su larga cabellera castaña oscura, era única y de paso la única que había logrado llamar la atención del intocable Joseph De Souza, no solo por ser guapa, de hecho la mas guapa para mi en todo el mundo, eso nunca fue suficiente para mi, pero su dulzura, su alegría, la forma tan positiva de ver el mundo, eso era algo que me hacia ver las cosas en cierto punto de una mejor forma, su paciencia conmigo era algo que no cualquiera tenía, poco a poco logró aplacar un poco mi carácter, gracias a ella logré ser un poco mas sociable, no fui el mas popular del mundo, pero si mejoré un poco y logré conseguir 2 amigos, los únicos en el mundo ellos son Nicolás y Samuel, los conocí unos meses después de conocer a Saray y congeniamos muy bien, tanto que nos volvimos inseparables. Algunos meses luego de estar juntos Saray conoció un par de gemelos de los cuales se enamoró, esos niños eran su adoración y luchó hasta convencer a Joseph de que los adoptaran, así fue como los pequeños Efraín y Samuel de 5 años llegaron a la vida de este hombre para hacerlo mas feliz de lo que ya era con su esposa.

Pero en la vida no todo es color de rosa, exactamente un año después de conocer a Saray me dio la noticia de que estaba embarazada, por lo cual decidimos casarnos e irnos de luna de miel a México junto con sus pequeños hijos; pero hoy mirando al pasado me doy cuenta que fue la peor decisión que pude tomar en mi vida.
Escasos 5 meses de embarazo tenía Saray, cuando ella y mi hijo murieron en un atentado que le hizo uno de los jefes de los carteles mas grandes de México a un político. Acabábamos de llegar al restaurante donde almorzaríamos cuando mi esposa descubrió que su celular se había quedado en mi carro, por lo que salí del lugar a buscarlo en compañía de sus enanos que se habían convertido en su sombra, siempre junto a él. No llevabamos ni 5 minutos dentro del carro cuando escuché el sonido de un tiroteo, mi primera reacción fue encerrar a los niños ahí en el carro y correr en busca de Saray, pero alguien me tomó del brazo impidiéndomelo, para cuando todo acabó corrí a buscarla, la encontré en medio de un charco de sangre, la habían abaleado al igual que a la mayoría de los clientes que se encontraban en el lugar.
Con una perdida tan grande mi vida se fue a pique, pero 2 meses luego de regresar a Brasil, estar al lado de mis sobrinas y mis hijos quienes también sufrían por la muerte de su madre, decidí cambiarlo todo y vengarme de aquel hombre, ese mismo día deje de ser Joseph Jr. De Souza y me convertí en Alvaro David Zantrich, un peón del jefe del cartel de Colombia, El Padrino Aristizábal; Alvaro era un hombre sin mas familia que sus hijos, solo pensaba en vengarse, que vivía para con la meta clara de acabar con la vida de aquel narco que arruino la suya.

Con los años y su talento como hacker y su disciplina en el trabajo logró ascender rápidamente y consiguió unos cuantos pasos mas en su carrera por la venganza, pero no contaba con regresar a Brasil 7 años después de haber salido sin miras de regresar; ese regreso cambio su vida, total y rotundamente, pues jamás imaginó llegar a casa de su hermano y encontrarse con una hermosa jovencita de 18 años con un hermoso y angelical rostro, con un cuerpo de infarto, pero todo empeoró cuando se dio cuenta que era su sobrina. Alvaro se sentía culpable de no poder ver a su sobrina como eso, su sobrina, casi su hija, Nova ya era una mujer, una mujer que captaba su atención y de la cual no podía despegar los ojos, que no podía evitar celarla y mucho menos podía evitar querer tenerla con él y protegerla del mundo; su hermano Giann no lo aceptaba, pero resulta que Nova si, ella sentía lo mismo por su tío y eso alentaba a Alvaro a seguir adelante.