No me juegues mal vida, no lo hagas - Anahí Da Silva

Sobre la espalda de Giann iba una rubia de ojos azules, una hermosa niña de 18 años, ambos reían y disfrutaban e como l sol les calentaba el cuerpo poco a poco – pesas niña, ya pesas- Giann dijo dando vuelta aun con aquella chiquilla sobre su espalda “- Papá! No me digas gorda-“ musito la chica apretándole el cuello a Giann. Así era, quien estaba sobre la espalda de Giann era su hija menor Nova, una hermosa nena la cual le recordaba muchísimo a su fallecido esposa -No dije eso- rio y negó mientras seguí caminando por la playa- solo digo que estas creciendo muy rápido, ya pesa mi bebita- Giann sonrió y bajo a su hija una vez que llegaron a en donde estaban listas sus sillas y su sombrilla- Disfrutemos hoy de la playa si? Después iremos de compras y al final te levare a cenar, hoy soy todo tuyo- Giann le pelliza una mejilla a su hija sonriendo Ese día Giann prometió a Nova que no trabajaría y que sería una tarde tranquila y normal entre padre e hija, jugarían como hace mucho no lo hacían comerían y se conectarían mejor que nunca, Giann se lo debía a Ova pues a veces parecía que no le quería prestar atención, pero no era así , el mafioso ya había perdido a su esposa y su hija mayor lo odiaba , por lo tanto su hija menso y u sobria era lo último que le quedaba- Dime Nova...- pero un grupo e hico y chicas llegaron a interrumpir los guardias de Giann se pusieron a la defensiva y Giann los detuvo al escuchar a Nova decir que eran amigos. La chica se fue con ellos para hablar y al fin de unos cuantos minutos Nova regreso y se disculpó con su padre pues a parecer el chico que le gustaba la había invitado a una fiesta- Esta bien, vete, pero llévate a Rómulo- Nova puso mala cara y Giann levanto una ceja- Si no te quedas conmigo- Al final de cuantas Nova se fue con su amigos dejando solo a su padre- vayan a descansar si quieren, yo quiero dormir- Giann se acomodó el sombrero que tenía poniéndolo en su cara, se acomodó en su camastro y cero los ojos.

Giann abrió los ojos después de dormir como media hora, al ver que sus guardias no estaban se levantó y tomo su cerveza la cual ya estaba caliente- asco- negó y se estremeció por el sabor y miro hacia una palapa en donde estaban sus guardias platicando con unas bellas modelos por lo tanto decidió no molestarlos e ir a conseguir su cerveza por si solo. Camino por la playa mirando como el sol se ponía lentamente, algo le llamo la atención , una chica la cual caminaba por ahí, al paz que al invadía le hizo mirarla fijamente. Nunca se esperó que en cuanto la chica medio giro el rostro Giann se paralizo – Cecilia….- Sus labios temblaron por un momento y llevo sus manso hacia sus ojos para restregarlos, sonrió al darse cuenta de que había tenido una visión, pero volvió a mirar a esa chica y era ella, era su Cecilia, una aparición – Cecilia…. Cecilia!- estúpidamente grito el nombre para que la chica se girara a verlo, pero simplemente no era posible a su esposa le habían disparado en la cabeza, ella había visto desangrarse, no podía ser ella

Sus pasos iban cada vez más rápido, su mirada estaba puesta sobre el rostro de aquella mujer, podía ver un halo de luz rodeando a aquella rubia, la rubia a la cual había amado con demasiada pasión, su Cecilia. Pero la ilusión de él no era más que eso, aquel halo de luz no era más que el sol y aquella mujer no era más que una extraña la cual tenía un parecido inimaginable – Como?- susurro segundos antes de que un gran labrador el ladrara para frenarlo en donde estaba, Giann fue liberado de su trance y al ver al perro retrocedió unos cuantos pasos poniendo sus manos justo enfrente de él como para frenar a ese perro- yo…- no sabía que decir, no sabía que hacer pues aquella dama no solo se parecía “de lejos” a su amada Cecilia, si no que tenían en mismo rostro y Giann podría presumir que poseían el mismo cuerpo, la única diferencia eran los ojos pues los de su esposa eran cafés y los de esta damita eran azules como el mar que estaba tras de ella- Cuál es tu nombre?- Giann no podía evitar no ser directo, pero tampoco quería soltarle a aquella rubia “oye! Eres exactamente igual a mi exesposa muerta, como es posible? Tenías una gemela?.. te puedo abrazar para sucumbir ante mis recuerdos?” por supuesto que eso no podía hacerlo pero en verdad tenia deseos por no preguntar nada y simplemente abalanzarse sobre esa mujer y estrujarla contra su cuerpo, besar esos labios los cuales le habían hecho tan feliz y se le habían arrebatado de una forma muy trágica.

-Disculpa…- Giann desvió la mirada y dio otro paso para atrás para después mira a la chica y dedicarle una sonrisa acompañada de una mirada de disculpa- Creí que eras alguien a quien no veo hace mucho tiempo- se llevó la mano a la cabeza y rio rascándose la cabeza- La luz del sol me jugo una mala pasada- desvió de nuevo la mirada y agacho un poco su cabeza sintiendo como su cara dejaba ver su tristeza – Creo que tu guardián se molestó – miro al perro y sonrió al animal esperando que el perro dejara de gruñir de esa manera – Hagamos un trato- Giann metio la mano en a bolsa de su pañalón y saco unas galletitas saladas que gustaba de aventar a la arena para las gaviotas- Les invito un trago refrescante como disculpa si?- Giann estiro su mano para que el perro comiera la galleta y viera que estaba en son de paz- De todas formas mi hija con la que estaba se ha ido con sus amigos y tengo unos camastros y sombrilla reservada para lo que resta de la tarde, igual la comida y las bebidas- se levantó y miro a la rubia con amabilidad- Soy Giann o Luca como gustes , quieren acompañarme un rato?- señalo a donde ahora unos camareros estaban poniendo una mesa con distintos aperitivos.

Giann siguió mirando a la chica la cual no tenía pena de mostrarse con una actitud de cero confianza y tenía razones, le había llamado por otro nombre y aparte había actuado como loco – No te voy a robar y menso en un lugar tan público, solo es una bebida de disculpas y tal vez tú me ayudes a acabarme la comida que ya había ordenado- Se aventuró a acariciar la cabeza del perro el cual comía muy feliz sus galletitas saladas – Anda Anahí no te tomara más de media hora o tenías otras cosas que hacer?- Giann le sonrió y se puso derecho acomodándose su sombrero el cual él había cubierto de los rayos del sol antes de que este se empezará a poner.

El oji.-azul no podía evitar querer estar al lado de esa mujer, era sumamente precia a su esposa, todo, completamente todo le dictaba que era Cecilia, pero por os ojos se daba cuanta que no, aparte de ser ella, en un muy extraño y remoto caso, Cecilia hubiera reconocido a Giann, se amaban sobre todas las cosas y seguramente ella quisiera saber sobre sus dos hijas “no es posible, la vi morir, el disparo fue en la cabeza” al decir eso en su mente apretó el puño “No había forma de que ella viviera, simplemente no había forma, esto es demasiado “ negó para salirse de esos pensamientos tan tristes, no era momento de estar así o volvería a espantar a aquella rubia y lo menos que quería era perderle el rastro. Si bien Giann estaba confundido, otra cosa que igual pensaba es que eran tantas sus ganas de ver a su esposa que la veía en esa chica y en verdad no eran tan parecidas que impactaba, pero el solo bajo sus ánimos “no puede ser, debo de dejarla ir ya “ le sonrió a Anahí.

Cuando le iba a decir que caminaran hacia allá uno de sus guardaespaldas llego hasta donde estaba él y le tomo del hombro “-Giann….es?…-“ cuando el oji-azul se giró a ver a su guardaespaldas este se mostraba con los ojos abiertos y muy sorprendido “entonces no estoy mal, no estoy loco” Dijo Giann mientras tomaba la mano de su guardaespaldas el cual seguía mirando a la rubia- Se llama Anahí y me acompañara a comer- invito tranquilo intentando calmar a su amigo- Y no, no es Cecilia, yo también la confundí- Dijo con una risa suave para aminorar las cosas y extendió su mano para darle el paso a Anahí- Vamos, y platiquemos un momento – se aventuro a mencionar el Don De Souza muy amablemente y elegante.

Giann no pudo evitar sonreír algo apenado y tapó de esconder sus mejillas las cuales se habían sonrojado- En mi capacidad de comprensión no existe la palabra no- Sonrió y le indico con la cabeza que le siguiera, haciendo un leve movimiento de cabeza. A decir verdad Giann tenía ganas de tomar la mano de ella y caminar por la playa como solía hacerlo con su ex esposa ,jugar en el agua y cansarse hasta quedarse tumbados en la arena hasta que anocheciera, pero ella no era su ex esposa y aunque se pareciera demasiado eso no le daba derecho a él el sobrepasar la confianza que ella pudiera poner en el justo en ese momento – Bien, adelante- le séalo el lugar para que se sentará- Quieres beber algo en especial? Puedes pedir lo que gustes- El oji-azul se sentó mirándola de frente juntando sus manso a la altura de su rodilla apoyando sus antebrazos sobre sus piernas –Dime Anahí, cuantos años tienes?- se calló por un momento- Claro- rio- sé que no se le pregunta eso a una dama pero… bueno- estaba sumamente nervioso, es como si su esposa, con la cual paso años de su vida ahora estuviese de nuevo enfrente de él y tuviera que enamorarla de nuevo

– Mejor dime, de dónde eres?- Igual y la chica era de la zona rica de Brasil, por eso no concia a Giann, ya que por ese lado él se manejaba bajo bandera blanca pues los ricos eran codiciosos y si veían que alguien obtenía tantos beneficios como Giann lo hacía, seguramente buscarían alguna forma de obtener lo mismo que él y eso causaría problemas. Giann era famoso por ser “el ángel” de las favelas y de todo Brasil, pero un así no le sorprendería que Anahí no supiera quien era- Oh gracias- le dijo a un camarero el cual llevo unas caipiriñas a la mesa para ellos dos –Bueno seguramente te preguntaras quien es la famosa Cecilia con la que todos parecemos confundirte...- Giann bajo la mirada pues encontraba educado y necesario darle una explicación y sobre todo porque todos sus guardias no dejaban de ver a esa mujer con cara de confusión e incertidumbre, todo ellos habían visto morir a Cecilia con una bala en la cabeza y ahora verla ahí, o ver a esa mujer era impresionante.